La importancia de los colores en el diseño de logotipo

Las marcas (con sus logos) precisan ser diferenciadas del resto. Ya sea por su forma, por su nombre/denominación y por su paleta de colores.

El color es uno de los impactos que percibimos al contemplar un logotipo. Tiene el poder de transmitir sensaciones, evocar emociones, estimular reacciones, rememorar vivencias…

Detrás de todo ello, hay estudios psicológicos de los efectos que produce cada color en la mente humana. Por esa razón, los logotipos deben tener un color asignado y uniforme en su uso corporativo.

Combinaciones más comunes en los logos

Mundialmente, los dos colores que más agradan son el azul y el rojo. Otros tienen connotaciones diferentes o sensaciones, como el caso del naranja, el cual estimula el hambre en la mayoría de los humanos.

Una combinación muy usada es la del azul marino con gris oscuro ya que transmite solidez y fuerza.

Cada color es adecuado para un tipo diferente de empresa. Los colores vivos habitualmente se asignan a empresas de nuevas tecnologías con proyección de futuro. Por el contrario, los tonos más tradicionales (burdeos, azul marino…) son ideales para negocios muy consolidados y con larga trayectoria en su sector.

Los colores son muy importantes para las empresas. Coca-Cola y Banco Santander se asocian con el rojo, Danone y BBVA con el azul, ING y Bankinter con el naranja, El Corte Inglés con el verde (inglés precisamente)…

De ahí que surgen algunas “batallas legales por los colores” como el litigio entre dos grandes empresas de las telecomunicaciones. Jazztel y Orange, estuvieron durante tiempo “peleando” por el color NARANJA.

Sí, sí… la mayoría de mis clientes son emprendedores, PYMES, autónomos… de igual forma debemos tener presente el factor color. Es imprescindible “apropiarse” de una tonalidad en concreto para marcar la diferencia, especialmente fijarse en los colores utilizados por nuestra competencia para no apostar por los mismos, siempre que sea posible.

En los diseños de logo no acostumbro a usar más de 3 colores (con algunas variaciones tonales, en caso necesario, como degradados, perspectivas, volumen, 3D…). Aunque actualmente con la impresión digital, sitios web, etc usar poco color en un logotipo ya no es tan relevante. Apuesto por la simplicidad en color para no sobre-cargar la identidad corporativa.

Bibliografía > Hembree, Ryan. “El diseñador gráfico” Entender el diseño y la comunicación visual. Editorial Blume, 2008.